La mañana prometía soleada, pero últimamente no se puede confiar demasiado. Ya parece común las tardes mojadas, y esta vez no fue la excepción. Pasado el mediodía nos saludaría el aguacero en las facilidades recreativas del balneario Los Tubos en Manatí…
Al adentrarnos a la carretera 686, dirección este, olvidamos la prisa con el túnel de árboles que arropaba ambos lados de la carretera. Bajamos los cristales, a escuchar las olas y disfrutar del aire húmedo mezclado con el aroma de las almendras caídas en la vereda. En esos instantes pensamos en lo idóneo del túnel, protector contra el sol (cuando no llueve, por supuesto) para cualquier paseo o pedaleo.
Con el tiempo a nuestro favor, paseamos un poco más allá de la entrada del balneario para encontrarnos con “El Rincón Tranquilo”. Las bombillas de la vitrina de frituras y las tres hermosas bicis estacionadas frente al lugar nos obligaron a detenernos. Estas bicis pertenecen a los ciclistas Arturo, Jaime y Franky. Los tres amigos compartieron un rato con nosotros, mientras sucumbíamos a la tentación de las empanadillas de marlin.
El trío de amigos nos dejó saber que una de sus rutinas domingueras preferidas es pedalear juntos desde Bayamón y disfrutar por la 686 de Manatí. “El Rincón Tranquilo” es parada cuchifritera por excelencia, y al final de la jornada, al menos uno de ellos corona el recorrido con una medallita fría.
En definitiva, esta ruta pasará a ser una de las favoritas de La Recicleta también.
Articulo por Tatiana Díaz
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